martes, 24 de junio de 2014

1821 Se celebra la Batalla de Carabobo

La Segunda batalla de Carabobo fue un enfrentamiento militar de los independentistas venezolanos, dirigidos por el general criollo Simón Bolívar contra las tropas del Reino de España, dirigidas por el mariscal español Miguel de la Torre, ocurrido el 24 de junio de 1821 en la Sabana de Carabobo. La batalla se saldó como una decisiva victoria de la Gran Colombia que resultó crucial para la captura de Caracas y el resto del territorio venezolano que aún permanecía en poder de los realistas, hecho que se logrará de manera definitiva en 1823 con la Batalla naval del Lago de Maracaibo y la toma del Castillo San Felipe de Puerto Cabello. La suspensión de la lucha permitió a Bolívar reorganizar el ejército y la administración. El 28 de enero de 1821 la provincia de Maracaibo se proclamó anexa a la República de Colombia (Gran Colombia). Bolívar decidió reunir el ejército de Apure y las divisiones de la guardia patriota en Mijagual, a objeto de reanudar las hostilidades.

Al expirar el armisticio el 28 de abril de 1821, ambos bandos comenzaron una movilización de sus fuerzas. Los leales poseían un despliegue que hacía favorable un combate en detal, venciendo a las divisiones rebeldes una a la vez. Los rebeldes, en cambio, necesitaban concentrar sus tropas para poder obtener una sola batalla decisiva.

El general republicano Mariano Montilla al mando de tres mil hombres puso bajo asedio Cartagena de Indias entre el 14 de julio de 1820 y el 10 de octubre de 1821 (durante la vigencia del armisticio hubo un alto al fuego) y ocupo Riohacha y Maracaibo (lo que llevo al fin de la tregua). Bolívar en persona comandaba 5.000 soldados acantonados en Barinas y Páez marchaba hacia él con 4.000 refuerzos. Bermúdez por su parte avanzaba hacia Caracas con dos mil tropas desde el Oriente. Por último, el ejército granadino se encargaba de las operaciones en el valle del Magdalena. La Torre en cambio disponía de 9.000 soldados distribuidos a lo largo de toda la costa caribeña venezolana y neogranadina en distintas guarniciones pero con sus comunicaciones interrumpidas desde la revolución en Maracaibo que llevo a que dicha ciudad pasara a poder rebelde. Más de dos años antes (1818) sus fuerzas eran de 18.000 combatientes, pero a causa de las continuas derrotas ante los independentistas habían descendido a la mitad. Bolívar y sus ejércitos totalizaban en cambio 20.000 hombres frente a los cerca de ocho mil que eran pocos años antes.

La concentración rebelde se realizó en la ciudad de San Carlos, donde acudieron los ejércitos de Bolívar, parte del de Páez y la división de Rafael Urdaneta. En total más de 6.000 hombres. La Torre tenía por su parte 5.000. El ejército de Oriente, dirigido por José Francisco Bermúdez realizó una maniobra de distracción avanzando sobre Caracas, La Guaira y los Valles de Aragua que obligó a La Torre a enviar unos dos batallones de infantería y escuadrón de caballería a Barquisimeto en su contra para recobrar las posiciones y asegurar su retaguardia. El ejército rebelde avanzó de San Carlos a Tinaco cubierto por la avanzada del coronel José Laurencio Silva, que tomó las posiciones leales en Tinaquillo. El 20 atraviesa el ejército rebelde el río Tinaco y el 23 Bolívar pasa revista a sus fuerzas en la sabana de Taguanes.

Previo al combate, Miguel de la Torre distribuyó sus fuerzas de manera tal que cubrieran por el oeste el camino de San Carlos, y por el sur el de El Pao. La primera línea defensiva fue confiada a la Primera División dirigida por el Teniente Coronel Tomás García, la cual se organizó en tres batallones principales. El batallón del Valencey a cargo del Teniente Coronel Andrés Riesco, ocupó la parte sur del camino; a su derecha se situó el batallón ligero del Hostalrich comandado por el Teniente Coronel Francisco Illas, en columna de marcha detrás de las anteriores. Además de esto, dos piezas de artillería fueron colocadas en una pequeña altura, delante de la línea formada por Valancey y Barbastro. La posición correspondiente a la vía de El Pao fue ocupada por la División de Vanguardia liderada por el Brigadier Francisco Tomás Morales, quien contaba con dos batallones principales y uno de reserva. Primero tomó posiciones el batallón ligero del Infante, a cargo del Teniente Coronel Simón Sicilia; e inmediatamente detrás de esta unidad se situó el batallón ligero del Príncipe. La reserva quedó integrada por el segundo batallón del Burgos, bajo la jefatura del Teniente Coronel Joaquín Dalmar, quien disponía de cuatro regimientos de caballería. En cuanto al cuartel general, el mismo quedó establecido cerca del batallón Burgos.

El 15 de junio de 1821, Bolívar reorganizó el ejército rebelde en tres divisiones. La primera a cargo de José Antonio Páez, y formada por los batallones Bravos de Apure (liderada por el Teniente Coronel Francisco Torres) y los mercenarios ingleses agrupados en el batallón Cazadores Británicos (al mando del Coronel Thomas Ildeston Ferriar); además de 7 regimientos de caballería. La segunda, comandada por el General de División Manuel Cedeño, y constituida por los batallones Tiradores (dirigida por el Teniente Coronel Ludwig Flegel), y Vargas (Teniente Coronel Antonio Gravete), a lo que se sumaba un escuadrón de caballería. La tercera, bajo las órdenes del Coronel Ambrosio Plaza y constituida por 4 batallones. El de Rifles a cargo del Teniente Coronel Arturo Sandes, Granaderos al mando del Coronel Francisco Paula Vélez, Vencedor de Boyacá dirigida por el Coronel Juan Uslar y Anzoátegui, comandada por el Coronel José
M. Arguidegui; completado todo esto por un regimiento de caballería.

Los cálculos decimonónicos sobre las fuerzas presentes en Carabobo tienden a ser muy favorables para uno u otro bando, variando mucho entre sí. Sin embargo, todos reconocen la superioridad numérica de los independentistas. La de Alison da 4.000 para La Torre y 8.000 para Bolívar, de estos últimos 1.200 eran miembros de la Legión británica y 3.000 de caballería llanera comandada por Paéz. Mosquera cifra al ejército grancolombiano en 9.000 ó 10.000 hombres pero Mulhall lo rebaja a 7.500. Incluso Karl Marx reconoce la superioridad numérica grancolombina: 1.500 jinetes y 2.500 infantes realistas contra 3.000 jinetes y 6.000 infantes (1.100 británicos) patriotas. Por su parte, Dromundo eleva la cifra de infantes realistas a 3.500 aunque conserva la de jinetes.

Estimaciones modernas en cambio discrepan de dichas cifras. Zamora habla de solo 4.300 realistas y 6.500 republicanos. Respecto de esta última cifra coincide con la de Bushnell, 2.500 jinetes y 4.000 infantes. Sinclair estima el ejército revolucionario en 10.000 combatientes, 3.000 jinetes y el resto infantes. De Armas Chitty da unas cifras muy similares a las de Marx respecto de la tropa realista: 2.566 infantes, 1.651 jinetes y 62 artilleros con 2 cañones.

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